Luego decís de mí que si esto o lo otro; que si me emociono y me vengo arriba, que si lo vivo demasiado, que soy muy intenso, que patatín, que patatán… pero… atentos personal con el viaje sensorial que se mandaron los creadores para describir un ambientador con forma de plátano. Lo suyo sí que es de nota. Quizás lo hueles un rato y te pegas un buen tránsito hacia los mundos de Yuppy. Dejemos que ellos nos ilustren:
“El ambientador en forma de banana con aroma a atardecer tropical es la fusión perfecta de diversión y frescura. Su diseño original añade un toque lúdico y decorativo, mientras que su fragancia evoca la serenidad de un atardecer en un paraíso tropical. Este ambientador no solo perfuma el ambiente, sino que también agrega un toque distintivo a la decoración. ¡Disfruta de la exótica experiencia de un atardecer tropical con este encantador ambientador en forma de banana!”
Os lo digo de corazón; vale más el curro que nos hemos pegado unos y otros con el relato, que los 3€ del ambientador. ¡Colabora un poco con la poesía y la narrativa de este país, anda, y encima, huele bien!